Tú, ya lo sabes: Somos parte de la Tierra, no sólo la habitamos. Esta reflexión tiene una enorme importancia. Porque no es lo mismo estar que ser. La segunda opción es muchísimo más profunda. Mucho más sanadora… mucho más reveladora, si nos apuras.
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Piénsalo bien… somos agua y minerales. Esa es nuestra composición primaria. La misma que la de la naturaleza más pura, de la que todo brota y dónde cabemos todos, en igualdad, sin conflictos… Al final, si reflexionas, te darás cuenta que estamos hechas de las mismas cosas que, por ejemplo, el suelo de un bosque, el tallo de una flor, los pétalos, los cuernos de un bisonte y los bigotes de un guepardo de las nieves. Todo culmina y empieza en el mismo lugar. Tenemos todo aquello que necesitamos para nutrirnos al alcance de las manos: Agua, tierra, barros, frutos, oxígeno, clorofila, sal… Sin embargo, el hombre es el único animal que construye chimeneas enormes por las que escapa un humo negro, resultante de crear recursos artificiales que intoxican… a nosotros y la tierra, que somos la misma cosa… Y, ¿sabes qué? No tiene por qué ser tan complicado. De hecho, es infinitamente más sencillo. Y para tenerlo claro, sólo hay que meditar un poco. Cierra tus ojos… imagínate, tumbada sobre la verde hierba, bañándote de sol y respiraciones profundas… con los ojos cerrados y la consciencia puesta en el aire que, inhalando y exhalando profundo, te recorre una y otra vez… Mira más allá. Observa como tu cuerpo se relaja, se hunde en la tierra… piel con piel con la madre Tierra… Piénsalo: el verde césped y el humus terroso, sobre el que crece todo, es la piel de la Tierra… bajo esa piel se esconde todo lo que mantiene la vida… Ahora, mírate tú: tu órgano más extenso, diseñado para sentir el exterior, es la piel que te recubre. A través de ella sientes y tras ella se esconde todo lo que te mantiene con vida… Ahora, siente tu alrededor. Hay árboles, flores, hojas verdes recorridas por arterias amarillas rellenas de savia y vida… Todo ello es la semilla de la Tierra. El fruto de su vientre. Su descendencia directa. Incluida tú, que algún día pasarás a ser tierra, flor, árbol y semilla… Todo lo que sale de la piel de la Tierra es todo cuánto necesitas. Y todo ello está ahí, al alcance de tu mano, dotado de propiedades únicas y especiales que se originaron para que tú, y otros habitantes del planeta, se sirvieran de ellas… Siente toda la magia, la paz y la sabiduría que da el darse cuenta de que esas flores, esas hojas, esas raíces y esa arena pasarán a ser lo mismo que tú, y se convertirán en otra cosa… como tú… quizás una mariposa, quizás una raíz fuerte… tal vez una rama inquieta, la base gris del cuerno de un bisonte o un árbol centenario en un lugar sagrado.
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Agua y minerales. Al final, eso es todo lo que somos. Eso es lo primigenio que te configura. Entonces, si somos eso y a nuestro alrededor gozamos de todo de lo que eso se nutre… ¿Por qué complicarnos? Por aquí, por ecoeko, tenemos muy claro cuál es la esencia de lo que somos. Por eso, para hacer nuestros productos usamos esas mismas cosas de las que –sabemos- nos conformamos: polvo de plantas, flores, frutos y hojas… tierra arcillosa… agua de flores… Por ello, hemos aprendido que la arcilla es piel de Tierra, cargada de minerales esenciales, para poner sobre nuestra piel…y de propiedades astringentes, limpiadoras, depurativas y calmantes…. Y también, por experiencia, sabemos que el polvo fino resultante de moler plantas y flores (hibisco, romero, caléndula, manzanilla, salvia, ortiga…), añadido a productos de uso diario (como los champús https://ecoeko.es/producto/champu-solido-100-gr/ o los limpiadores faciales https://ecoeko.es/producto/limpiador-facial-solido-75-gr/ beneficia enorme y maravillosamente a nuestra piel, equilibrio y bienestar. Naturaleza (barro, pétalos, hojas y tallos) para cuidar de la naturaleza (de ti y de la madre Tierra): sin agravios, nocivos efectos secundarios, ni contaminación. Sin alterar aquello que somos y que nos conforma. Fluyendo en armonía con ese ser íntimo, natural y salvaje que nos configura y que, si lo diseccionas, acaba reducido a tierra y agua.
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Nos gusta pensarnos naturaleza.
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Eres tierra. Benefíciate de todo lo natural que te rodea para seguir siendo tierra pura, sin dañar ni dañarte en tu tránsito por este ciclo natural mágico del que formamos parte. Hablamos pronto PD: Además de nuestros sólidos , en nuestra tienda puedes encontrar tintes naturales para el pelo https://ecoeko.es/producto/tinte-ecologico-certificado-cultivators/ y tratamientos capilares https://ecoeko.es/producto/tratamientos-capilares-gaia-175-gr/ hechos, también, de arcillas y polvo de plantas eco PD2:Cuídate. Mucho.